martes, 27 de marzo de 2012

Definición de hipertexto
Theodor Nelson fue quién acuñó la expresión "hipertexto" en 1981. Explica: "Con «hipertexto», me refiero a una escritura no secuencial, a un texto que bifurca, que permite que el lector elija y que se lea mejor en una pantalla interactiva. De acuerdo con la noción popular, se trata de una serie de bloques de texto conectados entre sí por nexos, que forman diferentes itinerarios para el usuario."
La expresión "hipermedia" extiende la noción de hipertexto al incluir información visual, sonora, animación y otras formas de información. Utilizaremos aquí ambos términos como sinónimos, ya que "hipertexto" es el que aparece con mayor frecuencia en la literatura especializada.
El hipertexto deja en manos del lector muchas decisiones que, anteriormente, eran propias del autor o del editor. Al leer una obra en hipertexto, se puede generalmente cambiar el tamaño de la tipografía, para verlo mejor. Al llegar a una nota, se podría abrir una segunda ventana y leer la nota, sin borrar el texto original (y la nota aparece, así, como otro texto, no como algo subsidiario o parásito). Aquí podría aparecer un nuevo nexo (o varios), y el lector decidirá si sigue alguno de ellos. La versatilidad, en consecuencia, es enorme y requiere un lector activo. Algunos sistemas -como el Lotus Notes o el Acrobat que mostramos en el Ilustración siguiente-, ofrecen además la posibilidad de agregar notas personales vinculadas a puntos precisos del texto leído: si bien no es posible -habitualmente- modificar el original, sí es posible transformarlo en algo totalmente nuevo y eminentemente personal, o bien -incluso- en obra colectiva, ya que también es posible, en las redes institucionales (Intranets) que varias personas adhieran sus comentarios a un mismo texto original y que la versión comentada esté al alcance de todos.


El hipertexto se compone de múltiples fragmentos o "páginas-pantallas", que llamaremos "lexias" (utilizando el término propuesto por Barthes). Una lexia puede ser un trozo de texto pero, dada la capacidad multimedial de las aplicaciones computacionales de hoy, también puede ser un conjunto compuesto de texto, imagen (fija o video) y sonido, tal como se puede observar en las páginas de la World Wide Web.

Integra, mejor que cualquier otro sistema, tal como lo podemos ver en detalle en otros capítulos, los principios básicos del diseño de interfaces centradas en el usuario (interacción amistosa o"convivial"), como son por ejemplo la representación figurada -icónica- de las estructuras de información y de los comandos, acompañada de "menús", todo ello en una pantalla de alta resolución, y el uso del "ratón" que permite una manipulación intuitiva y más directa de los objetos y comandos.
2. Estructura

2.1. Estructura básica

De acuerdo a las investigaciones de G.Landow, las primeras aplicaciones del hipertexto corresponden a
"transliteraciones al hipertexto de poesía, de ficción y de otras materias originalmente concebidas para la tecnología del libro. La forma más sencilla y limitada de esta transliteración preserva el texto lineal, con su orden e inalterabilidad, y luego añade, a modo de apéndices, críticas, variantes textuales u otros textos, cronológicamente anteriores o posteriores. En estos casos, el texto original, que conserva su forma antigua, se convierte en un eje fijo del cual irradian los textos conectados, y ello modifica la experiencia del lector de este original texto en un nuevo contexto." (p.51)
La estructura de este tipo de hipertexto se muestra en la Ilustración: el texto principal, se divide en trozos que mantienen su estructura secuencial. Pero a cada uno de éstos se vinculan notas y comentarios, que pueden ser leídos en forma paralela.
Hipertexto: forma mínima
Lexias1


En este ejemplo vemos el equivalente a siete "páginas": la del texto principal y 6 páginas anexas unidas por vínculos.

2.2. Estructura mediana

Pero, en algunos casos, el texto original ya estaba dividido en trozos y el autor invitaba a cambiar el orden de lectura. El traspaso al hipertexto, en este caso, viene a cumplir mejor que el libro los designios del autor o de una comunidad que -como en el siguiente caso- requiere de una lectura multisecuencial para mejor interpretar el texto. Un ejemplo de este tipo de hipertexto es "CD WORD: The Interactive Bible Library" del Seminario Teológico de Dallas, que incluye cuatro versiones inglesas de la biblia más algunos textos griegos, léxicos, etc. En este caso encontraremos una estructura más compleja, que ilustramos en el Ilustración H4.
Hipertexto: forma mediana
Lexias2

En este ejemplo vemos nuevamente siete páginas, pero hemos agregado vínculos ("links") dentro de la página del texto principal y entre páginas anexas.
El presente curso tiene una estructura mediana, por cuanto es factible leer los diversos capítulos en el orden que se desee (y considerar o no los textos complementarios).

2.3. Estructura compleja

Orígenes Históricos

Si bien Theodor Nelson acuñó el término, el concepto de hipertexto no es una creación suya, ya que es posible encontrar en un número de 1945 del Atlantic Monthly un artículo de Vannevar Bush sobre la necesidad de máquinas de procesamiento de información que ayudasen a los investigadores y ejecutivos a encontrar la información que requiriesen en medio de la explosión informativa a la cual ya se estaba asistiendo (cfr. Landow, p.26). Bush recalcaba la dificultad de la recuperación de la información, debido a los medios inadecuados dpara almacenar, ordenar y etiquetar la información. A su juicio, se necesitaba un medio que se amoldase mejor "a la manera de trabajar de la mente", como es el procedimiento de asociación de ideas. Para ello, Bush propuso un dispositivo que llamó "Memex":
 "Un memex es un dispositivo en el que una persona guarda sus libros, archivos y comunicaciones, dotado de mecanismos que permiten la consulta con gran rapidez y flexibilidad. Es un accesorio íntimo y ampliado de la memoria." (citado por Landow, pp.27-28)
Este accesorio también debía permitir la adición de notas marginales (lo cual indica que Bush concebía la lectura como un proceso activo y creativo) y la recuperación mediante procedimientos asociativos: «cuya idea básica es la capacidad de cualquier artículo para, a su vez, seleccionar, inmediata y automáticamente, otro artículo». Bush describe incluso un mecanismo que ayudaría al usuario a registrar nuevos nexos, definiendo así un "trayecto" personalizado que podría volver a recorrer tiempo después y conectarse con otros trayectos para conformar una "trama" ...; ¡conceptos ultramodernos, que empezó a formular en los años 30! (cf.Landow, pp.28-31)
Pero también fuera del ámbito de la informática se encuentran anticipos de lo que llegaría a ser el concepto de hipertexto. La idea de que un texto puede ser recorrido de múltiples maneras y no solamente del modo imaginado por su autor es un dato adquirido en la semiótica contemporánea, que atribuye un papel determinante a la contribución del usuario en la producción del sentido de una obra (cf.Aroldi, p.216). En particular la escuela de la "teoría crítica" y de la "deconstrucción" aluden a nuevas o diferentes formas de texto. Es el caso de autores como Barthes y, sobre todo, Derrida. En "S/Z", Roland Barthes describe un modelo de texto que coincide plenamente con lo que conocemos como hipertexto:
"En este texto ideal, abundan las redes que actúan entre sí sin que ninguna pueda imponerse a las demás; este texto es una galaxia de significantes y no una estructura de significados; no tiene principio, pero sí diversas vías de acceso, sin que ninguna de ellas pueda calificarse de principal; los códigos que moviliza se extienden hasta donde alcance la vista; son indeterminables ...; los sistemas de significados pueden imponerse a este texto absolutamente plural, pero su número nunca está limitado, ya que está basado en la infinidad del lenguaje." ("S/Z",pp.5-6)
Pero la estructura del hipertexto tampoco es una novedad absoluta. Si estudiamos la forma de los textos académicos, podremos encontrar en ellos un verdadero anticipo de la forma hipertextual. En efecto,
"El típico artículo académico de humanísticas o de ciencias ilustra perfectamente las nociones subyacentes de hipertexto como texto que se lee secuencialmente. Por ejemplo, en el caso de un artículo sobre Ulises de James Joyce, uno va leyendo primero lo que convencionalmente se conoce como texto principal y se van encontrando números o símbolos que indican la presencia de notas, a pie de página o al final de la obra; uno deja entonces el texto principal para leer dichas notas [... que] también pueden contener información acerca de otras fuentes [...] En cada caso, el lector puede seguir la conexión y salirse por completo del primer artículo." (Landow, p.16)
Así, los artículos académicos pueden formar parte de una compleja red de relaciones, que resulta mucho más difícil de seguir que en los nuevos hipertextos, los que cambian radicalmente la experiencia de la lectura.

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